Una historia insólita y trágicamente cómica sacude Nueva York: Joan Barnett, una empleada de una escuela de formación profesional, fue despedida después de fingir la muerte de su hija para disfrutar de unas vacaciones en Costa Rica.
El Engaño Descubierto
En marzo de 2010, Barnett, quien trabajaba como coordinadora de relaciones con los padres en una escuela de Manhattan, urdió un elaborado plan para obtener tiempo libre. Alegando la muerte de su hija en Costa Rica, presentó un certificado de defunción falsificado y hasta organizó una supuesta asistencia al funeral de varios familiares.
Barnett, de 58 años, mandó a otra de sus hijas llamar a la escuela para decir que su hermana había muerto en Costa Rica.
Otra hija telefoneó más tarde al centro para anunciar que varios familiares, entre ellos su madre, iban a volar al país para asistir al funeral.
La mujer incluso envió por fax al colegio un certificado de defunción falsificado para asegurarse los días libres, según el Daily News.
Sin embargo, su engaño fue descubierto por un astuto compañero de trabajo que notó discrepancias en el documento. Tras una investigación del inspector de escuelas de formación profesional de Nueva York, se reveló que los datos del certificado pertenecían a un hombre fallecido años antes.
La Confesión
A pesar de sus intentos de justificar su acción, Barnett finalmente admitió su culpa ante un tribunal de Manhattan. El episodio, aunque absurdo, sirve como recordatorio de las extremas medidas que algunas personas están dispuestas a tomar por un tiempo extra de descanso.
Conclusión: La Realidad Supera la Ficción
La historia de Barnett nos recuerda que la verdad siempre sale a la luz, incluso en los casos más increíbles. Todo lo que haces se sabe, aunque sea 20 metros bajo tierra. ¿Qué opinas de este insólito incidente?
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