Ibrahim Yücel, un fumador de 42 años de edad, de Kütahya, Turquía, sorprendió a su comunidad al comenzar a utilizar una jaula de metal cerrada sobre su cabeza para luchar contra su adicción, los cigarrillos
Yücel ha estado fumando durante los últimos 26 años dos paquetes por día.
Muchos fueron los intentos sin éxito para dejar el sucio hábito. En vano fueron los pedidos desesperados de sus hijos, de sus amigos y de sus compañeros de trabajo. Por más esfuerzo que ponía, nunca pudo pasar más de dos días sin sentir el gusto del tabaco, sin escaparse a un rincón y prender un cigarrillo.
Sin embargo, hace unas semanas, se le ocurrió una idea que parece tan inusual como efectiva: comenzó a usar en su cabeza una máscara de cobre que se asemeja a una jaula. De esta manera le es imposible llevarse cigarrillos a la boca por más que quiera.
Inspirado en los cascos de motocicleta, Yücel construyó la máscara él solo. El dispositivo tiene los "barrotes" muy cercanos unos de otros, así no hay espacio para que pueda colocar un cigarrillo entre ellos. Además, su esposa y su hijo son quienes tienen las llaves para abrir la "jaula". De esta manera le es imposible a Ibrahim escaparse de su hogar para fumar.